EL SEXENIO REVOLUCIONARIO

LA REGENCIA DE SERRANO


REGENCIA DE SERRANO: 1868-1870.

La revolución de 1868 supone en la España del siglo XIX una ruptura de un esquema político, que tenía su apoyo en la monarquía borbónica y tuvo que buscar tras la caída de esta una alternativa política que encontró primeramente en la nueva dinastía de Saboya, y que después de quedarse sin apoyos terminará en la única vía posible, la República.

La revolución de septiembre tuvo su inicio entre los días 16 y 18, cuando en la ciudad de Cádiz el almirante Topete se pronuncia al frente de su escuadra; el 19 se hizo público el manifiesto. «¡Viva España con honra!», que será firmado por todos los militares afines al pronunciamiento, siendo la base donde se expongan los motivos y los fines del naciente movimiento revolucionario. Entre estos destacarán la recuperación de la soberanía nacional, la creación de un gobierno provisional, y se recogerá la idea de sufragio universal:

«...Queremos que un gobierno provisional que represente todas las fuerzas vivas del país asegure el orden, en tanto que el sufragio universal eche los cimientos de nuestra regeneración social y política... ...Contamos para realizar nuestro inquebrantable propósito con el concurso de todos los liberales, unánime y compactos ante el común peligro; con el apoyo de las clases acomodadas... ...Con los ardientes partidarios de las libertades individuales, cuyas aspiraciones pondremos bajo el amparo de la ley; con el apoyo de los ministros del Altar... ...Con el pueblo todo y con la aprobación, en fin, de la Europa entera...»

El movimiento fue de tal magnitud que el gobierno de González Bravo se vio obligado a dimitir el mismo 19, y la reina encarga a Gutiérrez de la Concha la misión de formar gobierno para combatir el pronunciamiento; el general De la Concha se encuentra sin personas que acepten su ofrecimiento a formar parte del ámbito ministerial, debiendo de ocuparse él mismo de las carteras de Guerra y Marina, únicas que funcionarán efectivamente en su gabinete, y encargando el resto de carteras a los subsecretarios y directores generales más antiguos. La principal preocupación de De la Concha será el prepararse para un enfrentamiento armado contra los sublevados; dicho encuentro tendrá lugar en Alcolea (Córdoba), donde las tropas leales de Isabel II dirigidas por Novaliches se retiran, significando con ello el triunfo del pronunciamiento revolucionario. De la Concha abandona el gobierno el día 30, y ese mismo día la familia real sale de España desde San Sebastián rumbo hacia el exilio francés.

El auténtico jefe de la revolución de septiembre será el general Prim. El golpe del 16 de septiembre estuvo encaminado a provocar una revolución controlada, en la que el pueblo no jugará ningún papel significativo. El primer gobierno se formó el día 8 de octubre de 1868 bajo la presidencia del general Serrano, reservándose el general Prim la cartera de la Guerra, y encargando a Sagasta el ministerio de Gobernación. Este gobierno será conocido como el «gobierno provisional»; estaba compuesto por unionistas y progresistas, excluyéndose a los demócratas con lo que se comenzarán a generar tensiones internas; este grupo excluido será el que propiciará en 1870 la llegada de la República. El primer acto destacado de este gobierno será el Manifiesto de 25 de octubre, donde destaca el reconocimiento de los derechos individuales y se hacía una declaración a favor de la monarquía como forma política del Estado frente a la alternativa republicana; esta declaración de principios agrupó en un frente común a todos los sectores monárquicos, tanto unionistas, como progresistas y demócratas.

El 6 de diciembre de 1868 se publica un Decreto por el que se convocarán elecciones a Cortes, y por primera vez se utilizará el concepto de sufragio universal para todos los varones mayores de veinticinco años; con este Decreto se hacía efectiva una de las máximas expuestas por el Manifiesto de 19 de septiembre.

Las Cortes se reúnen al año siguiente dando lugar a la Constitución de 1869, que fue aprobada el 1 de junio y se promulgó el día 6 del mismo mes. Esta Constitución refleja el carácter ideológico de la revolución de 1868, imponiendo sus criterios en cuanto a las dos bases fundamentales: libertad religiosa y régimen monárquico. Las Cortes, el 15 de junio, nombran a Serrano regente del reino; este último encomienda a Prim la formación de un nuevo gobierno el 18 de junio. Prim se mantuvo en este cargo hasta su muerte el 30 de diciembre de 1870.

El gobierno formado por Prim se encarga como tarea principal de buscar un candidato para la corona española, contando durante todo el proceso con la oposición de los republicanos y los carlistas; los primeros mediante revueltas e insurrecciones durante todo el año 1869, destacando entre sus miembros figuras como Pí y Margall y Castelar, que posteriormente ocuparán un lugar destacado en la política nacional; en cuanto a los segundos intentarán levantamientos en Cataluña, pero la dureza de la que hace gala Prim acabará con todas las insurrecciones.

Los candidatos son varios, destacando el duque de Montpensier, Leopoldo de Hohenzollern-Sigrnaringen, Fernando de Coburgo, y Amadeo de Saboya. Se eligió para el puesto a Amadeo de Saboya, hijo de Víctor Manuel I de Italia; las Cortes aprobaron por votación el 16 de noviembre de 1870 su candidatura, pero el proceso de restablecimiento monárquico sufrió su primer revés cuando el 27 de diciembre sufrió un atentado en la calle del Turco de Madrid, el general Prim, auténtico artífice del proceso de restauración monárquica. El mismo día que Amadeo de Saboya desembarcaba en Cartagena, moría el general Prim.

Extractado de:

Francisco Ruiz Cortés y Francisco Sánchez Cobos.

Diccionario biográfico de personajes históricos del siglo XIX español.

Rubiños 1860 - Editor. Madrid 1998