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26. ENTRE REPÚBLICAS

11- LA TERCERA GUERRA CARLISTA

 LA TERCERA GUERRA CARLISTA (1872-1876)

En 1872 Carlos María de los Dolores Borbón (Carlos VII) tenía muy bien preparada su insurrección. La Gloriosa se lo había puesto fácil, pues los tradicionalistas y los integristas que habían permanecido neutrales en la guerra de los Matiners se echaron en sus brazos, asustados por la revolución del 68. Cabrera, el último general carlista de las guerras anteriores había dimitido en 1870, aduciendo que no había posibilidades de ganar. La guerra comenzó en el Norte, y como en la Primera se extendió rápidamente a otros territorios, destacando de nuevo Cataluña. Sin embargo, el Pretendiente, tuvo un fuerte tropiezo en Oroquieta y tuvo que repasar la frontera. Hubo un intento de paz entre los mandos carlistas del Norte y el gobierno de Serrano, pero ninguno de los bandos aceptó el acuerdo y las hostilidades continuaron. Carlos VII reorganizó sus fuerzas y en diciembre de 1873 atravesó de nuevo la frontera consiguiendo implantar un verdadero estado (pese a no controlar las capitales del norte), con gobierno, corte, justicia, academias militares, servicio de correos, moneda, y hasta fábricas de municiones. Paradójicamente, el estado carlista se constituyó como un estado federal. El pretendiente restauró los famosos Fueros de los antiguos reinos que llevaban abolidos desde Felipe V lo que le proporcionó suficiente apoyo popular en todo el noreste de España, instaurando su capital en Estella. Además, con la llegada de la I República, muchos isabelinos se pasaron al bando carlista, reforzándole políticamente. La guerra se desarrollaba en dos frentes diferenciados, el Este, con Cataluña, Aragón y Valencia, en forma de guerra de partidas, y el Norte, con Navarra y el país vasco con fuerzas más nutridas y en cierto modo regulares, todo ello desde el punto de vista carlista. Del lado de los liberales, que pasaron por cuatro regímenes, la regencia de Serrano, Amadeo de Saboya, la I República y de nuevo Serrano, se caracteriza militarmente por los claros y oscuros. Una primera parte donde pese a su superioridad fueron incapaces de reducir la rebelión y una segunda donde poco a poco, primero redujeron el frente del Este y finalmente terminaron con la lucha en el Norte, coincidiendo con la restauración canovista. En Cataluña destacó el general Martínez Campos que tomó la capital carlista, Olot, acabando en 1875 con la resistencia en toda la región. Concentrado el ejército gubernamental en el Norte, la guerra terminó en 1876 con la conquista de Estella, obligando al Pretendiente a pasar a Francia al grito de ¡Volveré!, que no cumplió.

26.11.1 Tercera guerra carlista. Grabado que representa a un oficial prisionero de los Carlistas. Imagen del banco de imágenes de la Diputación Foral de Guipúzcoa: El álbum de siglo XIX en el País Vasco.

26.11.2 Tipos carlistas. Imagen del banco de imágenes de la Diputación Foral de Guipúzcoa: El álbum de siglo XIX en el País Vasco.

26.11.3 Un capitán carlista llamado Prudencio Arnao fotografiado por Otero y Aguirre en 1874. Historia de la fotografía en España. Publio López Mondejar.

26.11.4 Trincheras gubernamentales en el monte Eskinza en 1875. Imagen del banco de imágenes de la Diputación Foral de Guipúzcoa: El álbum de siglo XIX en el País Vasco: El álbum de siglo XIX en el País Vasco.

26.11.5 Interior del fuerte de Miribilla en 1874. Imagen del banco de imágenes de la Diputación Foral de Guipúzcoa: El álbum de siglo XIX en el País Vasco: El álbum de siglo XIX en el País Vasco.

26.11.6 La batería de la muerte en el de nuevo sitiado Bilbao de 1874. Imagen: Monney. Historia de la fotografía en España. Publio López Mondejar.

26.11.7 Partida carlista en la Tercera Guerra carlista. Imagen del banco de imágenes de la Diputación Foral de Guipúzcoa: El álbum de siglo XIX en el País Vasco.

26.11.8  Artillería carlista con un cañon Whitworth de retrocarga. Imagen del banco de imágenes de la Diputación Foral de Guipúzcoa: El álbum de siglo XIX en el País Vasco.

26.11.9 El Pretendiente visita su Estado Mayor en Tolosa en 1875. Historia de la fotografía en España. Publio López Mondejar.

26.11.10 Calos VII visita a sus tropas en Azpeitia en 1875. Historia de la fotografía en España. Publio López Mondejar.

26.11.11 Un cañón de avancarga rodeado de oficiales carlistas en 1873. Historia de la fotografía en España. Publio López Mondejar.

26.11.12 Voluntario liberal bilbaíno posando en el estudio del fotógrafo Monney en 1874. Historia de la fotografía en España. Publio López Mondejar.

26.11.13 Batería en el fuerte de San Agustín en Bilbao en 1874. Imagen: Monney. Historia de la fotografía en España. Publio López Mondejar.

26.11.14 Alegoría del triunfo de los liberales publicada por el semanario La Madeja Política en 1876. A la cabeza los gigantes y cabezudos tradicionales en todas las fiestas de España.

26.11.15 María Sardá, cabecilla carlista catalán fotografiado por Cantó en Barcelona al inicio de la década de los 70. Historia de la fotografía en España. Publio López Mondejar.

26.11.16 Caricatura de la época que representa al Pretendiente huyendo a Francia.

26.11.17 Carlos VII abandona España en la última revista a sus tropas y al gritó de ¡volveré! 28 de febrero de 1876. Imagen del banco de imágenes de la Diputación Foral de Guipúzcoa: El álbum de siglo XIX en el País Vasco.

ADENDA 2013

26.11.18 Una compañía de liberales bilbaínos de las denominadas compañías auxiliares, se fotografía para la posteridad. Vemos que los voluntarios tienen todas las edades y que comparten todos trajes de buen paño y mirada decidida. Bilbao tanto en la primera como en la tercera guerras carlista fue el objetivo de los insurrectos. No les quedaba más remedio si querían ser reconocidos internacionalmente. Pero en ambos casos fue un error militar. Nunca pudieron tomar Bilbao. En la primera le costó la vida por septicemia a su estratega Zumalacárregui, y en la tercera, volvieron a desfondarse frente a la muy liberal Bilbao.

26.11.19 El dibujante Pellicer en este espléndido dibujo de la acción de Villatuerta. Los carlistas cargan contra los gubernamentales, entre los que se ve una novedosa prenda de cabeza, el gorro isabelino (a la derecha).

26.11.20 Al pintor y dibujante Enrique Estevan y Vicente le llaman el pintor del carlismo. Parece que trabajo como pintor de cámara en la corte de Estella y que con el fin de la guerra se especializó en temas militares. Vemos que tenía oficio y maneras para pintar batallas y el cuadro, "la carga del Carenri" tiene un especial significado en la fidelidad de los uniformes y en su notas rojas y azules en ambos bandos. En la mayor parte de las imágenes de la primera carlista, tanto de artistas partidarios como de detractores, vemos chapelas blancas para los carlistas, en la tercera, vemos mayoritariamente chapelas rojas para los carlistas.

Versión 1.0 - 01-2000 - Revisión 1.1 - 12-2013