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Periodistas y corresponsales extranjeros en la Guerra Civil española.

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Edwin Rolfe (1909-1954) (Solomon Fishman)


Solomon Fishman nació en Filadelfia en 1909 de una familia judía rusa. Muy pronto su familia se traslado a Nueva York donde su padre ejerció de empleado en un sindicato local y estaba, junto con su mujer, afiliado al partido Comunista. En sus primeros escritos, Solomon, poeta temprano e inspirado, adopto el seudónimo de Edwin Rolfe. En su adolescencia Rolfe se afilió a la Liga de la Juventud comunista y su primer poema publicado en la prensa, en el Daily Worker, "The Ballad of The Subway Digger".

En 1929 se fue a estudiar a Madison, en la Universidad de Wisconsin donde estuve año y medio y publicó algunos poemas. Por motivos que desconocemos dejó la universidad y volvió a Nueva York donde trabajó en toda clase de oficios hasta que consiguió una plaza en el popular Daily Worker. Esto le dio estabilidad, publicó su primer libro de poemas y se casó. Se iniciaba el año 1936 en el que su vida daría un giro trascendente. Con la Guerra Civil española, Rolfe se puso a organizar el reclutamiento de voluntarios americanos para las Brigadas Internacionales y meses después, él mismo se alistó. Llegado a Albacete y con su experiencia fue destinado a redactor del Voluntario de la Libertad, el principal órgano escrito de las BB.II. Al parecer sustituyó a Ralph Bates que partió para el frente.

En la primavera de 1938, necesitadas las Brigadas Internacionales de refuerzos, Rolfe se unió a las tropas del Batallón Lincoln, concretamente a la primera compañía, con la que combatió en el Ebro. Su mujer, Mary, ya se encontraba en Barcelona ayudando a la causa republicana. Esta situación de pareja en ayuda de la República española fue muy corriente entre los brigadistas. Retirados del frente todos los internacionales por decisión del gobierno Negrín, y tras un tiempo en la frontera, el matrimonio Rolfe consiguió regresar a los Estados Unidos. La recepción fue estupenda de los camaradas familiares y amigos, pero siniestra por parte de las histéricas agencias gubernamentales. (1)

El escritor y periodista Langston Hughes con el voluntario Edwin Rolfe en Cataluña en 1938

Pero el caso fue que en el interregno entre el final de la Guerra Civil española y la entrada de los americanos en la guerra mundial, casi cuatro años, las cosas estuvieron muy feas para los brigadistas y para todo bicho viviente de izquierdas, y no estaba el senador de Wisconsin por medio todavía, sino el Comité de Actividades Antiamericanas que desde 1938 venía investigando las actividades de izquierda, además de las actividades para las que fue fundado realmente, el creciente nazi.

Los veteranos brigadistas continuaron sus vidas como bien pudieron, con el alivio que supuso la provisional alianza bélica ruso-americana, pero que acabada la guerra, dio todavía más fuerzas al afamado Comité con la intervención del ínclito  McCarthy. Nuestro amigo Rolfe que había trabajado entreguerras para la agencia TASS, fue movilizado por el Ejército, aunque no sabemos dónde sirvió. Ya licenciado se fue a vivir a Los Ángeles y parece que pudo colaborar en algunos guiones de películas de serie B. Encausado por McCarthy, sobrevivió oponiéndose publica y notoriamente a las actividades del Comité. Rolfe murió de un ataque cardiaco en 1954. Autor de varios libros sobre la guerra civil (City of Anguish; First Live; The Lincoln Bataillon. The Story of the Americans who fought in Spain in the International Brigada).

Nota.-

(1) La mayor parte de la gente cree que el anticomunismo visceral americano viene del senador republicano por Wisconsin Joseph McCarthy. En absoluto, el anticomunismo visceral de la derecha americana proviene de los años de la Guerra Civil rusa, cuando tropas americanas ocuparon distintas ciudades costeras rusas, como Arkangel y el propio Vladivostok al alimón con los japoneses. El papel de estas tropas fue menor y hubieron de regresar ante las terribles condiciones climáticas y humanas de la Guerra Civil rusa. Fue la única vez en que tropas americanas y rusas se enfrentaron en pequeñas escaramuzas terrestres. Ganaron los rusos.